Familiares de dos policías fallecidos en circunstancias dudosas pidieron justicia por sus hijos

Enrique Florentín Gavilán, padre del joven fallecido el 30 de abril del año pasado, habló con La Mañana desde la protesta frente a Tribunales y contó detalles de la investigación: "nuestra lucha comenzó el año pasado, cuando veníamos a comer un asado con mi hijo, que trabajaba en la DDR de la Policía, y en el camino nos avisaron que había muerto sin más detalles. Esa noche del viernes, Luis se había ido a bailar y cuando volvía tuvo un accidente en la moto. Allí se encontró con su jefe inmediato y estuvo todo el día con él. Lo extraño es que a las 5 de la tarde aparece muerto en su pieza de alquiler".

Y agregó: "Desde esa fecha, nadie pudo hablar, nadie nos dio explicaciones más que una muerte dudosa por suicidio. Ni las supuestas cartas que dejó nos entregaron. Reclamamos una segunda autopsia y no nos autorizaron. Lamentablemente el juez Cañete de la causa no hace nada y el expediente sigue parado".

En tanto, Federico Ramón Romero murió el 18 de enero de 2016 en aguas del Riacho Formosa. Su madre, Florencia Villa, afirmó ante La Mañana que fue asesinado y no pereció ahogado. Puntualmente, los familiares piden que se impute a dos oficiales superiores por el hecho.

"Mi hijo pertenecía a la división de Drogas Peligrosas de la Policía. Ese 18 de enero estaba enfermo y con certificado médico. De igual manera, su jefe lo convocó para un operativo y se presentó a trabajar. Lo mandaron a un relevamiento a la orilla del riacho Formosa junto a otros ocho compañeros. En ese procedimiento pierde la vida. Me informan que murió ahogado luego de resbalarse y caer al agua", señaló.PIDEN JUSTICIA POR SUS HIJOS POLICÍAS 

Familiares de los policías fallecidos Luis Gavilán y Federico Romero se movilizaron hasta el edificio de Tribunales para reclamar justicia y solicitar celeridad en las causas. Ambas familias rechazan las versiones oficiales sobre los motivos de muerte de los efectivos (suicidio y ahogamiento, respectivamente) y proponen una investigación profunda para esclarecer los casos, que entienden, tienen muchos puntos dudosos. 

Enrique Florentín Gavilán, padre del joven fallecido el 30 de abril del año pasado, habló con La Mañana desde la protesta frente a Tribunales y contó detalles de la investigación: "nuestra lucha comenzó el año pasado, cuando veníamos a comer un asado con mi hijo, que trabajaba en la DDR de la Policía, y en el camino nos avisaron que había muerto sin más detalles. Esa noche del viernes, Luis se había ido a bailar y cuando volvía tuvo un accidente en la moto. Allí se encontró con su jefe inmediato y estuvo todo el día con él. Lo extraño es que a las 5 de la tarde aparece muerto en su pieza de alquiler".

Y agregó: "Desde esa fecha, nadie pudo hablar, nadie nos dio explicaciones más que una muerte dudosa por suicidio. Ni las supuestas cartas que dejó nos entregaron. Reclamamos una segunda autopsia y no nos autorizaron. Lamentablemente el juez Cañete de la causa no hace nada y el expediente sigue parado".

En tanto, Federico Ramón Romero murió el 18 de enero de 2016 en aguas del Riacho Formosa. Su madre, Florencia Villa, afirmó ante La Mañana que fue asesinado y no pereció ahogado. Puntualmente, los familiares piden que se impute a dos oficiales superiores por el hecho.

"Mi hijo pertenecía a la división de Drogas Peligrosas de la Policía. Ese 18 de enero estaba enfermo y con certificado médico. De igual manera, su jefe lo convocó para un operativo y se presentó a trabajar. Lo mandaron a un relevamiento a la orilla del riacho Formosa junto a otros ocho compañeros. En ese procedimiento pierde la vida. Me informan que murió ahogado luego de resbalarse y caer al agua", señaló.