Graves denuncias de líderes indígenas en Formosa: ¿Intimidación estatal bajo el mando de Gildo Insfrán?
Las recientes acusaciones de líderes indígenas en Formosa han sacudido el panorama político de la provincia, revelando una preocupante escalada en la tensión entre las comunidades originarias y el gobierno de Gildo Insfrán. El cacique Silverio Moreno, de la comunidad La Pantalla en Las Lomitas, y el referente wichí Adriano López, han denunciado públicamente ser víctimas de un plan de hostigamiento orquestado desde las más altas esferas del poder provincial.

"Si me desaparecen de mi domicilio, le hago responsable de mi vida, de mi salud, de mi familia, de mi seguridad directamente al gobernador Gildo Insfrán"
En declaraciones que resuenan como un grito desesperado, Silverio Moreno aseguró sentirse "perseguido" por el gobernador Insfrán, a quien responsabiliza de cualquier atentado contra su vida, la de su familia y la seguridad de su comunidad. "Si me desaparecen de mi domicilio, le hago responsable de mi vida, de mi salud, de mi familia, de mi seguridad directamente al gobernador Gildo Insfrán", sentenció el cacique, visiblemente afectado por la situación. Según Moreno, su comunidad ha sido atropellada por agentes de la policía provincial sin previo aviso ni autorización, en lo que describe como un claro acto de intimidación y abuso de poder.
Las palabras de Moreno no son un caso aislado. Adriano López, otro destacado líder wichí, denunció que su hogar fue violentado por la policía sin orden judicial, en un claro intento de amedrentar a su familia. "Si algo me pasa, o a mi familia hago responsable a los miembros de la policía de Gildo Insfrán y al propio Gildo Insfrán", afirmó López, señalando directamente al gobernador como el autor intelectual detrás de estos actos de intimidación.
Estas denuncias no son menores ni aisladas. Se suman a una serie de cuestionamientos sobre la gestión de Gildo Insfrán, especialmente en lo que respecta al trato de las comunidades originarias en Formosa. Durante años, el gobierno provincial ha sido señalado por prácticas autoritarias y represivas, pero estas nuevas acusaciones marcan un punto de inflexión en el conflicto. Los líderes indígenas, que históricamente han sido marginados y silenciados, están ahora alzando la voz con mayor fuerza, denunciando violaciones flagrantes a sus derechos y la existencia de una campaña sistemática para acallar cualquier disidencia.
Lo que está en juego no es solo la seguridad de Silverio Moreno, Adriano López y sus familias, sino el respeto y la protección de los derechos humanos en Formosa. La comunidad nacional e internacional observa con preocupación esta situación, exigiendo respuestas claras y acciones concretas que garanticen la seguridad de estos líderes y de todas las comunidades originarias que, a lo largo de los años, han sido objeto de atropellos por parte del gobierno provincial.
En un contexto donde la tensión entre las comunidades indígenas y el Estado parece intensificarse, las denuncias de Moreno y López se erigen como un llamado urgente a la justicia. ¿Responderá Gildo Insfrán a estas graves acusaciones? ¿Habrá una investigación imparcial y efectiva que ponga fin a esta espiral de violencia e intimidación? La respuesta a estas preguntas definirá no solo el futuro de los líderes indígenas en Formosa, sino también el estado de los derechos humanos en la provincia.