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Sábado 19 de Abril, 2025
 
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OPNGT

Un aparato de propaganda estatal disfrazado de política social, que tendrá su próxima edición de Populismo el Sábado 28

El gobierno provincial de Formosa anunció una nueva edición del operativo "Por Nuestra Gente, Todo" (OPNGT), presidido por el gobernador Gildo Insfrán y financiado con recursos del Estado. Este evento se llevará a cabo el próximo sábado 28 en las localidades de Comandante Fontana, Ibarreta y las colonias aborígenes Bartolomé de las Casas y Ensanche Norte, con el objetivo de acercar servicios estatales a estas comunidades. Sin embargo, detrás del velo de una política pública de "acercamiento" al pueblo, surgen cuestionamientos que ponen en duda la verdadera naturaleza de esta iniciativa.

 

¿Se trata realmente de un esfuerzo para mejorar las condiciones de vida de la población, o es simplemente una manera de fortalecer la hegemonía política de Gildo Insfrán?

El OPNGT ha sido presentado por el oficialismo como un símbolo del compromiso del Estado con el bienestar de su gente. El legislador Hugo "Cacho" García, coordinador del operativo, destacó que estos eventos evidencian la "presencia activa del Estado provincial", lo que, a su entender, refleja la prioridad del gobierno de Insfrán en colocar al "hombre en primer plano" a pesar de las críticas opositoras. Sin embargo, resulta alarmante cómo esta narrativa parece ocultar intenciones políticas más turbias.

Para los opositores, el OPNGT no es más que un aparato clientelista y populista, que lejos de promover políticas públicas genuinas, busca adoctrinar a las comunidades mediante la manipulación de la opinión pública. Al realizarse en instituciones educativas, un espacio que debería ser imparcial y libre de influencias partidarias, estos operativos adquieren un carácter peligroso para la democracia, donde la línea entre política y educación se desvanece.

En el trasfondo de este operativo subyace una estrategia claramente electoralista

La utilización de recursos estatales para fines partidarios, bajo la apariencia de asistencia social, es una señal evidente de abuso de poder. En cada jurisdicción, se despliega un aparato logístico impresionante, coordinado desde el gobierno y con la participación de ministros, intendentes y dirigentes justicialistas. La pregunta clave es: ¿se trata realmente de un esfuerzo para mejorar las condiciones de vida de la población, o es simplemente una manera de fortalecer la hegemonía política de Gildo Insfrán?

El despliegue del OPNGT, financiado con recursos públicos, refleja una preocupante concentración de poder, donde las estructuras del Estado se confunden con las del partido gobernante. Los críticos afirman que este operativo es una herramienta para consolidar el control de Insfrán sobre Formosa, especialmente en zonas rurales y comunidades aborígenes, que históricamente han sido vulnerables a este tipo de prácticas clientelares. El uso de estos operativos con fines electorales pone en evidencia la falta de límites claros entre las funciones del Estado y los intereses partidarios.

Convertir a las escuelas en escenarios de propaganda gubernamental es un ataque directo a la autonomía educativa y, en última instancia, a los derechos de los estudiantes

Además, el adoctrinamiento en las instituciones educativas es otro punto de fuerte controversia. La instrumentalización de la educación para la propaganda política socava los principios de una enseñanza libre y crítica, indispensable para el desarrollo de una sociedad democrática. Convertir a las escuelas en escenarios de propaganda gubernamental es un ataque directo a la autonomía educativa y, en última instancia, a los derechos de los estudiantes.

El operativo "Por Nuestra Gente, Todo", en su esencia, puede parecer una política social benéfica, pero bajo la superficie, se revelan las sombras de una estrategia política que favorece el control y la permanencia en el poder. Mientras el gobierno de Insfrán continúe utilizando estos operativos como una herramienta de manipulación política y clientelismo, el verdadero desarrollo de Formosa quedará postergado, en favor de una hegemonía que parece no tener fin.