Desidia municipal muestra los espacios públicos deteriorados a pocos días de su inauguración
A tan solo unos días de haber inaugurado los nuevos paseos públicos en Laguna Naineck, como parte de los festejos por el 98° aniversario de la localidad, el estado de los muebles urbanos ya es preocupante. Mesas, sillas y máquinas de ejercicios, que fueron instaladas para que los vecinos disfruten entre amigos o en familia, presentan roturas que evidencian una ejecución apresurada y de baja calidad. Las bases de cemento, que deben sostener estos elementos, se han deteriorado rápidamente, poniendo en duda la planificación y supervisión de las obras por parte de la gestión comunal.

Lejos de ser producto de un acto de vandalismo, lo que se observa es una evidente falta de previsión. Los apuros por terminar las instalaciones antes de la celebración derivaron en trabajos incompletos y materiales que no soportaron ni el primer uso. Esto no solo refleja una ineficiente administración del tiempo, sino también una falta de compromiso con el bienestar de los ciudadanos, quienes esperaban disfrutar de espacios públicos en forma duradera y de calidad.
Otro aspecto preocupante es el abandono del mantenimiento de las especies vegetales recientemente implantadas en los paseos. Durante las semanas previas a la inauguración, el riego de las plantas se realizaba de manera diaria, pero hoy esa atención ha desaparecido. Las plantas sufren por la falta de agua, mostrando el desinterés de las autoridades locales en preservar estos espacios que, tras los actos protocolares, parecen haber quedado en el olvido.