Miguel Insfrán y su embolsado "fervor democrático", sostenido por un bolso más grande que la "soberanía" de Formosa
"Si una imagen vale más que mil palabras", la reciente foto del profesor de educación física y ex radical devenido a constitucionalista Miguel Insfrán junto a un bolso" repleto de convicciones" sobre su escritorio es toda una novela visual. Un mensaje gráfico más claro imposible, ni la expresión de firmeza con la que arremete contra el "descarado intento de intervención federal" y contra los principios republicanos que no existen en formosa. Son la muestra irónica: de unInsfrán, trasvestido de opositor a caballero cruzado del gildismo.
Miguel Insfrán, que al parecer cambió de camiseta sin titubear, con un gesto de firmeza, junto al convincente bolso sobre su escritorio, no sólo clama por "defender la autonomía" de Formosa, sino que también respalda con entusiasmo la reforma constitucional que le permitiría al gobernador Gildo Insfrán mantenerse en el poder hasta, quién sabe, ¿2050? Con 37 años ininterrumpidos en el poder, Gildo no parece tener prisa alguna por soltar las riendas de la provincia.
El curioso bolso en su escritorio llamó la atención de propios y ajenos. Tan lleno como su discurso de palabras altisonantes, el bolso parece contener la esencia de su nueva lealtad: una conversión acrobática de la UCR al Gildismo, digno guion de una tragicomedia política. Atrás quedaron los días en que el "profesor" defendía los valores radicales y la alternancia en el poder; ahora, su única lucha es la de reforzar la reforma constitucional que dará a Gildo Insfrán no una, sino dos oportunidades más de perpetuarse en el sillón provincial.
Con tono mesiánico y la fuerza empoderada del bolso, Insfrán asegura que "la reforma constitucional es un acto de soberanía" que permitirá a los formoseños "decidir su propio destino", aunque a primera vista, su destino parece ya estar sellado con la permanencia del gobernador en el poder hasta nuevo aviso. En palabras de Miguel Insfrán, esta propuesta es una "proyección hacia el futuro" que, casualmente, solo parece beneficiar a un hombre: Gildo Insfrán.
Para quienes se preguntan sobre el contenido del misterioso bolso, la respuesta sigue siendo un enigma. ¿Será un símbolo de la "autonomía provincial" o, tal vez, un accesorio decorativo para esta nueva imagen de defensor de la democracia que Miguel Ángel Insfrán quiere proyectar? Sin duda, el bolso está tan lleno como su entusiasmo para criticar a quienes "quieren intervenir en nuestras decisiones", olvidando que la intervención quizás sea la única manera de romper el ciclo de poder absoluto que ha regido la provincia por casi cuatro décadas.
Para los más sarcásticos, este profesor convertido en político podría estar guardando en ese bolso todas las promesas que alguna vez hizo como radical y todas las que tampoco cumplió como Neo peronista.
De algo estamos seguros: el bolso sigue ahí, tan lleno de misterio como el discurso de quien, en nombre del "futuro de los formoseños", parece más preocupado por preservar la intemporalidad de un gobernante que la verdadera alternancia democrática.