El inusual y gentil recibimiento del Gobierno a Karina Milei: expone las contradicciones del poder en Formosa
La política tiene sus ironías, pero en Formosa superan la ficción. Jorge Oscar Ibañez, ministro de economía de Gildo Insfrán, no se privó de elogios y modales diplomáticos para destacar la "importancia" de la visita de Karina Milei y Martín Menem a la provincia. A quienes garantizó brindarles "siempre, siempre el mejor de los recibimientos. Al menos eso declaró un día antes de la enigmática entrada de Karina Milei a la Casa de Gobierno. Lo que contrasta con el destrato que recibieron Patricia Bullrich, a quien el gobernador Gildo Insfrán calificó de "fracasada", o María Eugenia Vidal, a quien no dudó en tildar de "retrasada mental". Ni hablar de la despiadada persecución que -por mucho menos- fueron víctimas Atilio Basualdo y Nilton Werning.

El contraste es evidente y desconcertante. El ministro de Economía de Formosa, Jorge Oscar Ibañez, desplegó palabras cálidas y elogios para recibir a Karina Milei y Martín Menem. No obstante, el tono ameno de este recibimiento queda en duda al recordar los insultos públicos que, en sus visitas a la provincia, recibieron figuras como Patricia Bullrich, o María Eugenia Vidal.
Este inesperado beneplácito hacia Karina Milei, antes de la reunión clandestina con Insfrán en la Casa de Gobierno, resulta aún más sorprendente cuando se compara con el trato que recibieron los intendentes Atilio Basualdo, de Las Lomitas, y Nilton Werning, de Laguna Yema. Ambos fueron ferozmente condenados como "infames traidores" solo por posar en una foto con funcionarios de Milei y desde entonces han sido objeto de una persecución política implacable.
Para el observador más ingenuo, la cordialidad hacia Karina Milei podría parecer una muestra de "civilidad política" en Formosa. Sin embargo, en un territorio donde las denuncias de abuso de poder se acumulan, el recibimiento hacia los libertarios deja una impresión inquietante. No parece casualidad que esta bienvenida llegue mientras Basualdo denuncia que, por reclamar obras y apoyo nacional, fue víctima de amenazas e incluso de ataques de la policía provincial, que supuestamente disparó contra uno de sus vehículos. Tampoco es fácil olvidar el conflicto internacional que culminó en Comodoro Py, donde Basualdo acusó a Insfrán de intento de asesinato tras ser perseguido en Paraguay por agentes formoseños en motocicletas sin identificación.
Lo que, en otra provincia, podría interpretarse como diplomacia política, en Formosa se convierte en una jugada ambigua, especialmente cuando la "alfombra roja" se extiende solo a quienes parecen no cuestionar el poder establecido.
No obstante, la foto que testificó su visita clandestina –la que era anticipada por el "mejor de los recibimientos"– hablan de un encuentro furtivo, de esos que no pueden hacerse a plena luz del día y de frente a la opinión pública. La foto filtrada en el estrecho marco de un ascensor de Casa de Gobierno, acompañada de un funcionario local, desató un laberinto lleno de intrigas sobre los ocultos e inconfesables motivos de una visita NO oficial ni protocolar.
Sin embargo, más allá de la bienvenida de cortesía que alardeaba Ibañez, la realidad de estos encuentros encierra sospechas y contradicciones profundas, especialmente para quienes creen que La Libertad Avanza representa una ruptura con el status quo. Y es que en esta provincia, bajo el ala autoritaria del gobernador Insfrán, cualquier alianza con el poder local no pasa desapercibida.
No hace tanto, cualquier acercamiento de funcionarios provinciales con representantes del nuevo gobierno habría sido visto como una traición. A modo de ejemplo, el intendente Atilio Basualdo de Las Lomitas y su par de Laguna Yema, Nilton Werning, fueron ferozmente repudiados solo por fotografiarse con funcionarios del gobierno entrante. La historia posterior para ellos ha sido de persecución y hostigamiento sin tregua.
A esta visita se suma otro detalle llamativo: Karina Milei fue vista almorzando en el restaurante Alma Verde, propiedad de Walter Soloaga, un empresario ligado estrechamente al gildismo. Esto no pasó desapercibido entre los miembros de su propio espacio, quienes se apresuraron a cuestionar los objetivos de este viaje a Formosa. La reunión generó tanto desconcierto que el senador Francisco Paoltroni, denunció en redes sociales que "el armado de Formosa le da oficialmente la bienvenida a la casta". Paoltroni, implacable, advirtió que detrás de esta supuesta alianza se esconde el objetivo de garantizar más poder e impunidad al modelo formoseño.
Las reacciones de otros referentes libertarios no se hicieron esperar. Nélida Sotelo, vicepresidenta del partido Libertad, Trabajo y Progreso (LTP), sostuvo en Radio Parque que esta visita parecía menos una gestión oficial y más una "rosca política", algo que contrasta con la imagen de renovación y transparencia que Milei y sus aliados prometieron en campaña. Para Sotelo, esta visita "rompe con los valores" por los que los formoseños votaron: un modelo que venía a erradicar los vicios de la "casta" y la corrupción, y no a compartir almuerzos con empresarios de siempre.
Tal vez, para algunos, la diplomacia de Ibañez sea parte de una evolución en la política formoseña, una señal de "civilidad" democrática. Sin embargo, en una provincia acostumbrada a la persecución, el autoritarismo y el control exhaustivo del poder, es inevitable que la visita de Karina Milei y su particular "bienvenida" generen dudas profundas. La ironía aquí no es que Gildo Insfrán y su ministro de economía elogien a los visitantes; la verdadera ironía es que quienes llegaron para "romper con la casta" parezcan estar muy cómodos reuniendose con ellos en la clandestinidad.