Pastor trató de "desvergonzada" a Patiño y la acusó de beneficiarse
La directora de Planeamiento Educativo del Ministerio de Cultura y Educación de Formosa, la licenciada Patricia Pastor, descalificó en duros términos a la dirigente gremial Nilda Patiño, quien había señalado la importancia de que el gobernador Gildo Insfrán reconociera públicamente la insuficiencia de los salarios actuales en el reciente Operativo "Por Nuestra Gente Todo" en Palo Santo.
En defensa de Gildo Insfran, Pastor acusó a Patiño de "desvergonzada" y de haber hecho "un muy buen negocio con gobiernos endeudadores y antipopulares", en un intento por desacreditar las críticas vertidas por la gremialista respecto a la situación salarial de los trabajadores de la educación en la provincia. Además, la funcionaria reivindicó la gestión del gobernador Insfrán, alegando que sus palabras sobre la pérdida de poder adquisitivo se referían exclusivamente a las políticas del presidente electo, Javier Milei, y no a la administración provincial.
Sin embargo, la secretaria gremial del Gremio de Docentes Autoconvocados, Nilda Patiño, insistió en que durante su discurso en Palo Santo, Insfrán reconoció que los incrementos salariales otorgados hasta la fecha no han sido suficientes para enfrentar la inflación y cubrir las necesidades básicas de los trabajadores. Patiño resaltó que el propio gobernador consultó al público si llegaban a fin de mes, y la multitud respondió de forma unánime que NO, subrayando la gravedad de la situación. Ante este contexto, la dirigente adelantó la posibilidad de convocar a medidas de fuerza el próximo 22 de noviembre, exigiendo un salario inicial de un millón de pesos para recuperar el poder adquisitivo perdido.
En lugar de responder a estas demandas desde un enfoque técnico o con propuestas concretas, Patricia Pastor optó por un ataque personal y político contra Patiño, señalando su supuesta simpatía con las gestiones de Mauricio Macri y Javier Milei. En sus declaraciones, la funcionaria difundió cifras salariales de los gremialistas que, según ella, "no asisten a dar clases desde hace años" y cuestionó la legitimidad de las críticas realizadas hacia la administración de Gildo Insfrán. Para Pastor, "la complicidad con los Gobiernos endeudadores y antipopulares fue un muy buen negocio para la sindicalista", agregando que la falta de vergüenza en las críticas de Patiño demuestra una falta de recato político.
El cruce de acusaciones evidencia un creciente malestar en el ámbito educativo de la provincia, con un sector docente que reclama mejoras salariales urgentes ante la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, mientras las autoridades provinciales cierran filas en defensa de la gestión gubernamental. La disputa entre Pastor y Patiño refleja, además, la falta de espacio para el diálogo constructivo en un contexto de polarización política, donde la descalificación personal parece pesar más que la discusión sobre la calidad de vida de los docentes y la necesidad de una mejora salarial justa y acorde con la realidad económica