Desalojos y cinismo: el Estado provincial despoja y justifica el atropello en Formosa
En un intento por justificar lo injustificable, la administradora general del Instituto Provincial de Colonización y Tierras Fiscales, María Isabel Atencia, ofreció declaraciones que no solo minimizan los brutales desalojos de familias criollas en Formosa, sino que evidencian un uso deliberado del aparato estatal para despojar a los más vulnerables de aquello que les pertenece legítimamente.

Atencia, en un discurso cargado de cinismo y tecnicismos legales, negó que el Estado provincial esté arrebatando tierras a los ciudadanos. Según ella, solo se estarían "recuperando predios fiscales" entregados irregularmente, basándose en leyes y decretos que, convenientemente, otorgan al gobierno de Gildo Insfrán el poder absoluto sobre el destino de miles de hectáreas y familias.
"El campo de los Herrera, donde enfrentan un violento desalojo tras trabajarlo desde 1930, colinda con las tierras recién adjudicadas a Miguel Insfrán. Un alambrado derribado con topadoras estatal separa dos realidades opuestas: la persecución del gobierno a una familia criolla y los privilegios otorgados a los aliados del poder."
El caso de la familia Herrera, cuyo campo es trabajado desde 1933, ejemplifica la deshumanización de estas políticas. Los violentos intentos de desalojo no solo buscan expulsarlos de su hogar, sino que exponen una estrategia sistemática: utilizar las herramientas legales para legitimar el abuso y la expropiación.
Un discurso que insulta a la realidad
Atencia sostiene que quienes critican las acciones del Estado solo buscan intereses partidarios. ¿Acaso las familias que ven sus tierras arrebatadas son parte de un complot político? Su afirmación de que el gobierno trabaja en la "regularización" de predios suena a burla cuando es evidente que esta gestión beneficia exclusivamente a los aliados del oficialismo.
Mientras tanto, los títulos de propiedad son utilizados como monedas de cambio político, entregados solo a quienes comulgan con el régimen de Insfrán, dejando a cientos de productores a la deriva y sin seguridad jurídica.
La verdadera cara de la "redistribución" oficialista
El relato de que el Estado busca beneficiar a "quienes verdaderamente producen" choca con la realidad: un modelo donde las tierras terminan en manos de amigos del poder o permanecen bajo control estatal, listas para ser explotadas políticamente en cada campaña.
Formosa necesita un verdadero debate sobre la propiedad de la tierra y la justicia social. No es casualidad que estos atropellos sean más frecuentes en un contexto de creciente oposición al gobierno provincial. Las palabras de Atencia son un recordatorio de cómo el oficialismo manipula las leyes para perpetuar su hegemonía y acallar a quienes se atreven a cuestionar.
La familia Herrera, y tantas otras como ellos, no son solo víctimas del despojo, sino del desprecio institucional hacia los derechos básicos. Su lucha es también la lucha de una provincia cansada de los abusos de un régimen que gobierna con puño de hierro.