Miguel Insfrán y su defensa a Gildo Insfrán: una postura controversial en tiempos de crisis política y desalojos arbitrarios
En medio de la tensión política y la condena social por el intento de desalojo arbitrario, el ex intendente de Villa Escolar y actual referente Gildista, Miguel Insfrán, realizó fuertes declaraciones en respaldo al gobernador Gildo Insfrán. En medios vinculados al gobierno provincial, Insfrán se mostró crítico de las políticas económicas del primer año de gestión de Javier Milei, mientras defendió el modelo de gobernanza de Formosa, encabezado por Gildo Insfrán, al que consideró un "faro de esperanza y solidaridad".

Las declaraciones de Miguel Insfrán, fueron formuladas en un momento particularmente sensible para la política provincial. En primer lugar, se dan en medio de una controversia por una denuncia judicial iniciada por el propio ex intendente contra la familia Herrera, acusada de usurpar tierras de su propiedad desde 1932.
La denuncia, que remonta tensiones históricas sobre la tenencia de tierras en la región, sumó una capa de complejidad al apoyo de Insfran a Insfran, más aún cuando el incondicional respaldo se realizó el mismo día en que se conoció el dictamen del Procurador General de la Nación, Eduardo Casal, que declaró la inconstitucionalidad de la reelección indefinida de Gildo Insfrán. Este fallo podría poner en jaque la perpetuidad del modelo político que lleva 37 años gobernando la provincia.
El contraste del fracaso de Milei, con el modelo exitoso de Gildo Insfran
El ex dirigente radical, convertido en fiel defensor del régimen del "Gildismo", cargó duramente contra la gestión del presidente Javier Milei, calificando las medidas de ajuste económico como "nefastas" y advirtiendo sobre los peligros que estas representan para los sectores más vulnerables de la sociedad argentina. Miguel Insfrán acusó al nuevo gobierno de generar un "cambio radical" hacia políticas de desregulación, despidos y ajuste, en un claro contraste con el modelo "exitoso" de Formosa, que según él, se caracteriza por un "Estado presente" que prioriza la salud, la educación y el bienestar social.
En su defensa del gobierno provincial, Insfrán destacó la supuesta "sensibilidad" del manejo de los recursos en Formosa, asegurando que la provincia mantiene un superávit fiscal por más de 20 años y ha logrado garantizar el acceso a servicios básicos para la comunidad.
Sin embargo, su enfoque sobre la gestión de Formosa omite varias de las críticas que persisten respecto al control político, la falta de pluralismo y la concentración de poder en manos del oficialismo provincial, algo que la oposición local ha denunciado durante años.
Una defensa al "modelo de inclusión"
En una parte de su declaración, Insfrán subrayó que, en contraposición con el ajuste nacional, el modelo de Gildo Insfrán en Formosa representa un "ejemplo de inclusión" donde se priorizan las necesidades sociales antes que los intereses de "unos pocos". Según su visión, el gobernador de Formosa ha logrado un equilibrio entre la estabilidad fiscal y el bienestar social, algo que, en su opinión, el gobierno de Milei no ha logrado replicar.
No obstante, este discurso choca con los análisis de varios sectores de la sociedad que cuestionan la falta de democracia interna en Formosa, el control de la prensa local y las denuncias por violaciones a los derechos humanos en la provincia.
En este sentido, el contraste entre el "modelo exitoso" de Insfrán y las críticas a la falta de apertura política, a la ausencia de división de los poderes ylos principios republicanos, almodelo empobrecedor como herramienta del sometimiento social y el control político, sumada a la falta de transparencia, y los ataques a la libertad de expresión en la provincia continúa siendo una de las aristas más controvertidas de la gestión formoseña.
La denuncia de la "campaña mediática" contra Formosa
En otro de sus puntos, Miguel Insfrán se refirió a lo que consideró una "campaña mediática" organizada por sectores opositores tanto locales como nacionales, con el fin de desacreditar la gestión de Formosa. Según el ex intendente, los medios de comunicación hegemónicos están impulsando una narrativa negativa que busca tapar los logros de la provincia, especialmente en términos de políticas públicas inclusivas.
Este análisis es compartido por algunos sectores oficialistas que, bajo el lema del "modelo de Formosa", han intentado posicionar al gobierno provincial como un bastión frente a las políticas neoliberales impulsadas desde el poder central. Sin embargo, este relato no ha logrado calar profundamente en una parte importante de la opinión pública, que continúa cuestionando la efectividad de un modelo que se encuentra históricamente asociado a la figura autoritaria de Gildo Insfrán.
El futuro de Formosa y el desafío del poder eterno
El apoyo abierto de Miguel Insfrán a Gildo Insfran y su defensa del modelo provincial no hacen más que poner de relieve las tensiones políticas que atraviesan a la provincia. Con el dictamen de la Procuraduría que pone en la picota a la reelección indefinida del gobernador, las voces críticas del régimen se alzan con más fuerza, mientras que el liderazgo de Gildo Infran y los privilegios y la impunidad del otro Insfran, enfrentan un punto de inflexión crucial.
Lo que está en juego es no solo el futuro político de Formosa, sino también la estabilidad de un régimen que, con sus abusos de poder, fuertes sospechas de corrupción y deficiencias, ha logrado mantenerse a flote en un escenario político y económico nacional cada vez más polarizado.
En este contexto, las declaraciones de Miguel Insfrán, no solo no ayudan, sino profundizan las divisiones, ofreciendo una defensa férrea del modelo que, según él, representa el único camino para la provincia, pero también poniendo en evidencia las profundas grietas que se abren a medida que los abusos de poder de los Insfrán se ve cuestionado desde diversos frentes.