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Atilio Basualdo denunció récord de pobreza en Formosa bajo el régimen de Gildo Insfrán

En medio de una feroz persecución política y discriminación financiera del gobierno de Gildo Insfrán,  Atilio Basualdo, destacó en sus redes sociales la alarmante crisis social que atraviesa la provincia de Formosa trás decadas de administración de Gildo Insfran.

Basualdo compartió los resultados de un informe elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), que exponen cifras récord de pobreza y desnutrición infantil en el distrito gobernado por Insfrán desde hace casi tres décadas.

El estudio revela que el 72% de los formoseños viven en la pobreza, mientras que el 20,3% se encuentran en la indigencia. Estos números, compartidos por Dionel Virgilio Arzamendia y calificados como "récord histórico" por Agustín Salvia, director del ODSA, confirman la profunda desigualdad que afecta a los habitantes de una provincia que, a pesar de contar con recursos naturales, una coparticipación nacional privilegiada y programas sociales, denunció el intendente de Las Lomitas.

Impacto en la niñez

Las cifras son especialmente devastadoras para los niños: 7 de cada 10 viven en hogares pobres, y 3 de cada 10 en la indigencia, incapaces de cubrir siquiera una Canasta Básica Alimentaria. Esto no solo refleja la incapacidad del gobierno provincial para garantizar derechos fundamentales, sino también la indiferencia hacia los sectores más vulnerables.

Para el observatorio de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), la situación de los formoseños es desesperante y estos números revelan una realidad desgarradora para los habitantes de Formosa, donde los bajos ingresos y la precariedad laboral, impide a miles de familias de acceder a alimentos y bienes esenciales.

La denuncia de Basualdo y el silencio del oficialismo

Mientras tanto, el oficialismo de Insfrán permanece en silencio frente a estas cifras, optando por atacar a la oposición, perseguir y escarmentar a los que piensan distinto y desviar la atención para confundir a la opinión pública.

El informe de la UCA es un llamado urgente a cambiar el rumbo, pero también una prueba irrefutable de la necesidad de un liderazgo más inclusivo y comprometido con el bienestar de los formoseños. La gestión actual, marcada por décadas de poder ininterrumpido, enfrenta ahora el desafío de responder a una población que clama por soluciones rea.

La pobreza en Formosa no es solo una estadística: es el reflejo de una gestión que, después de casi 30 años, ha fallado en garantizar el futuro de su gente. Sin cambios estructurales profundos y la implementación de políticas públicas efectivas, el panorama seguirá siendo desolador para millas de familia.