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Seria advertencia de Fernando Pisiotano

"Hay quienes fabrican la soga con la que serán ahorcados"

El poder político provincial ha adoptado, casi de manera dogmática, las tesis del politólogo Ernesto Laclau sobre la construcción hegemónica y la necesidad de antagonismos. Sin embargo, en su aplicación práctica, estas ideas han degenerado en un sistema de poder basado en la fabricación artificial de conflictos, incluso donde no existen, con el fin de mantener el control político. Cualquier semeajanza con la realidad politica aldeana es pura casualidad!!

Esta interpretación periodística se desprende de la columna de opinión del reconocido periodista y analista político del PJ, Fernando Pisiotano, titulada: "Hay quienes fabrican la soga con la que serán ahorcados".

Según Laclau, los "significantes flotantes" permiten articular demandas sociales diversas bajo un mismo proyecto hegemónico. No obstante, el gobierno de Gildo Insfrán ha distorsionado esta teoría, transformando cada acción de gobierno en una supuesta solución de conflictos que, en muchos casos, son inventados o exacerbados para justificar su intervención y perpetuación en el poder.

Esta metodología ha tenido consecuencias nefastas

En lugar de resolver verdaderos problemas sociales, se prioriza la gestión interna de disputas políticas dentro del propio oficialismo. El liderazgo de Insfrán se ejerce más como un árbitro de intrigas internas que como un gobernador comprometido con las necesidades de la población. Aquellos que no se alinean con las decisiones del líder son sistemáticamente excluidos, lo que genera un círculo vicioso de resentimiento y oposición interna.

Este proceso ha dado lugar a una oposición dentro del propio peronismo, compuesta por dirigentes que, tras haber sido parte del aparato oficialista, fueron descartados cuando dejaron de ser funcionales al esquema de poder de Insfrán. Lo mismo ocurre con dirigentes de otros espacios políticos y sindicales que, tras haber sido cooptados, terminaron marginados cuando su utilidad política disminuyó.

 

Hay figuras que, aunque no han sido formalmente excluidas, han sido postergadas y menospreciadas a pesar de su capacidad de arrastre electoral, lo que demuestra una miopía política...

 

El gobierno de Gildo Insfrán está construyendo su propia oposición

Pero el problema no se detiene allí. Hay figuras que, aunque no han sido formalmente excluidas, han sido postergadas y menospreciadas a pesar de su capacidad de arrastre electoral. Esta falta de reconocimiento hacia los mejores candidatos en sus respectivas localidades no solo demuestra una miopía política, sino que también alimenta un caldo de cultivo contra futuros desafíos al poder hegemónico del oficialismo.

En definitiva, el gobierno de Gildo Insfrán está construyendo su propia oposición, recreando el viejo adagio: "hay quienes fabrican la soga con la que serán ahorcados". Esta estrategia de confrontación constante no solo debilita al oficialismo desde adentro, sino que también erosiona la confianza de la sociedad en un gobierno que parece más preocupado por mantener su hegemonía que por resolver los problemas reales de los formoseños.