Clorinda votó bajo el peso del aparato oficialista: Caniza fue electo intendente y Ocampo emergió como nuevo líder opositor
El domingo 13 de abril, la ciudad de Clorinda vivió una jornada electoral que, aunque teñida por la habitual maquinaria clientelar del oficialismo provincial, dejó algunos datos políticos de alto impacto. Con el 83,28% de los votos, el Partido Justicialista volvió a imponerse de forma aplastante, ratificando que en Formosa no hay contienda democrática que resista el peso de la Ley de Lemas, la manipulación de recursos públicos y la importación masiva de votantes extranjeros.

Ariel Caniza, actual intendente interino, fue electo para completar el mandato del fallecido Manuel Celauro con un 46,61% de los votos dentro del lema oficialista. Muy lejos, pero dentro del mismo esquema peronista, lo siguió Arturo Cabral con un 26,39%. En conjunto, los sublemas del PJ demostraron una vez más la contundencia del "Modelo Formoseño" a la hora de garantizar resultados, sin importar la transparencia ni la equidad en el proceso electoral.
Otro dato trascendente, más halla de la previsible victoria del peronismo clorindense, fue el sorprendente posicionamiento de Marcelo Ocampo, el candidato del lema opositor. Con apenas dos meses de trabajo territorial, sin estructura propia, y con una militancia austera pero firme, Ocampo logró un tercer lugar general con el 10,90% de los votos (3.605 sufragios), superando ampliamente a históricos referentes locales de la oposición.
Ocampo, actual concejal en la ciudad capital, se posiciona así como el nuevo rostro de la oposición en Clorinda, desplazando a figuras tradicionales que no lograron recalidar candidaturas competitivas. Detrás de él quedaron Abraham Skierkier (2,73%), Rubén Acosta (1,98%) y Jonathan Muller (1,11%), todos ellos con magras performances opositora fragmentada y debilitada por las reglas del juego impuestas por el oficialismo.
Un sistema diseñado para que gane el poder de turno
El desarrollo de los comicios estuvo marcado por escenas repetidas en cada elección formoseña: colectivos y trafic con patentes paraguayas transportando votantes con doble nacionalidad, que cruzan la frontera para sufragar por los sublemas del PJ a cambio de planes sociales, bolsones o simples promesas de asistencia. Nada de esto impidió que la jornada fuera oficialmente calificada como "normal", con una participación del 66% del padrón electoral (33.723 votantes sobre un total de 50.901).
De las 147 mesas habilitadas, se escrutaron 142 (96,6%), confirmando así el triunfo de Caniza. Pero el trasfondo es el mismo de siempre: una democracia de utilería, sostenida por el abuso de la Ley de Lemas, el clientelismo sin disimulo, el uso descarado de bienes y personal estatal en campaña, y una Justicia Electoral provincial que observa sin actuar.
En medio de este panorama, la emergencia de un liderazgo opositor auténtico en la figura de Ocampo ofrece una bocanada de aire fresco para quienes todavía creen en la necesidad de construir una alternativa real al régimen de Gildo Insfrán. El desafío ahora será consolidar esa esperanza en una provincia donde la voluntad popular es sistemáticamente cooptada por el aparato del poder.