El club La Unión de excusa: Insfrán convirtió un partido en otro acto partidario
En una muestra más del uso impúdico de recursos públicos con fines proselitistas, el Gobierno de Gildo Insfrán convirtió lo que debió ser una celebración deportiva —el homenaje a los 20 años del club La Unión de Formosa— en una vulgar escenificación política del Partido Justicialista.
El evento se desarrolló en Laguna Blanca, pueblo natal del gobernador, y fue presidido no por referentes del deporte ni por ex jugadores del club homenajeado, sino por los jerarcas del "Modelo Formoseño": su hermano y actual diputado provincial Carlos "Carlín" Insfrán, y el secretario de Deportes, Mario Romay.
Lejos de resaltar la trayectoria de La Unión o brindar detalles del partido amistoso —que aparentemente se jugó contra Riachuelo de La Rioja—, el comunicado oficial omitió completamente información sobre el juego: no se habló del resultado, ni de las formaciones, ni de los jugadores destacados. Todo giró en torno a una placa entregada por el gobierno al intendente Ricardo Lemos y al Honorable Concejo Deliberante de Laguna Blanca. Ni una línea sobre los verdaderos protagonistas: los jugadores.
Y la pregunta inevitable es: ¿por qué tanto despliegue y dinero para homenajear a Ricardo Lemos?
El intendente de Laguna Blanca está en el centro de la polémica desde hace semanas. Fue vinculado por el propio intendente de Laguna Naineck, Julio Murdoch, con una red de manipulación de certificaciones falsas para pensiones por discapacidad otorgadas a cambio de votos. Además, en medio de la represión policial a criollos y originarios de Campo del Cielo, Lemos salió a defender el accionar del Gobierno, responsabilizando al presidente Milei y a la oposición de "instigar el odio", mientras el cacique Delfín García —enfermo y anciano— era reprimido por reclamar que se abran las compuertas que inundaban sus tierras, el inescrupuloso intedentente lo acusaba de "manipulable" y de "perseguir otros intereses".
Como si fuera poco, Lemos también fue mencionado como uno de los intendentes responsables del escandaloso operativo de traslado de votantes a Clorinda, donde ciudadanos con domicilios truchos y documentos adulterados fueron movilizados para torcer el resultado de las elecciones. Una maniobra orquestada para garantizar el control del PJ en la segunda ciudad más importante de la provincia.
Pero nada de esto fue mencionado en el evento. En cambio, el comunicado oficial —anónimo, genérico, y vacío— se limitó a repetir frases prefabricadas sobre una supuesta "noche de emociones" y "reconocimientos al pueblo". No se sabe quién dijo qué, pero sí se sabe para qué lo dijeron: para maquillar con fotos, luces y frases huecas un acto más de propaganda financiada por todos los formoseños.
Laguna Blanca no fue sede de un partido de básquet: fue sede de un acto de culto al poder.
