"Preso por dignidad, libre por siempre: el imperdible legado de Chongo Palacios"

Apenas días antes de su muerte, el Dr. Vicente "Chongo" Palacios dejó un mensaje que se ha convertido en un legado imborrable para el pueblo formoseño. Desde su prisión domiciliaria —impuesta de manera absurda y con custodia policial, como si fuera el peor de los delincuentes—, Palacios filmó un video casero en el que, con una dignidad inquebrantable, se dirigió al gobernador Gildo Insfrán y al pueblo de Formosa, exponiendo con crudeza las miserias de un sistema político enquistado en el poder.

El Dr. Palacios había sido encarcelado días antes en la comisaría del Circuito 5, acusado de no usar barbijo mientras viajaba por un camino rural, solo en su camioneta rumbo a su trabajo en una sala médica del interior provincial. Se negó a pagar la multa injusta, diciendo con valentía: "Prefiero la cárcel antes  que darles plata a estos delincuentes". En prisión contrajo COVID-19, le dieron prisión domiciliaria con custodía policial, su estado de salud se agravó y debió ser trasladado al Hospital Interdistrital Evita, donde finalmente perdió la vida el 26 de mayo de 2021.

Sin embargo, desde su casa convertida en prisión, tuvo el coraje de dejar su verdad grabada, lo que sería su último acto de rebeldía y amor por Formosa:

"Señor Gobernador, me dirijo a usted desde mi domicilio, donde estoy confinado con arresto domiciliario y custodia policial que usted me impuso. 

Usted es el gobernador, usted decide lo que ocurre en Formosa, pero no fue elegido por nosotros. 

Usted ha comprado los votos: 15.000 paraguayos que vienen cada dos años a votar porque tienen un sueldo, porque son jubilados o reciben dádivas. 

Le han votado también los muertos, desde hace muchos años; le vota la gente que trabaja para usted y cobra buenos sueldos por ello; le vota la necesidad de una bolsita de mercadería; le votan quienes venden su sufragio por dinero. 

La gran mayoría no lo hemos votado. Usted gana elecciones comprando su mandato, respaldado por una Justicia adicta a su poder y una Legislatura que es simplemente una escribanía suya. 

En nuestra querida Formosa no hay trabajo. Nuestros jóvenes emigran a otras provincias o países, o terminan como personal de seguridad aquí en Formosa o en el resto de Argentina. 

Señor Gobernador, le prometo que haré lo posible para que mi Formosa cambie, para que mis hijos puedan vivir aquí, progresar por su propio mérito y no por lo que usted decida. 

Disculpe... y buenos días." 

Con voz calma pero firme, el Dr. Palacios resumió en apenas unos minutos el hartazgo, la tristeza y la esperanza de miles de formoseños que sueñan con una provincia libre de clientelismo, de miedo y de corrupción.

Su muerte, lejos de silenciarlo, transformó su palabra en estandarte. Hoy, su mensaje resuena más fuerte que nunca: un llamado urgente a recuperar la dignidad, la libertad y la esperanza para Formosa.